Después del importe de la vivienda, el pago de impuestos es uno de los principales gastos a la hora de cerrar una operación de compraventa. Sin embargo, su cuantía es muy diferente en función de la región de España en la que se adquiera el inmueble.
Cuando una persona compra un piso o una casa de segunda mano, la opción más frecuente en el mercado inmobiliario español, con el 80% de las transacciones, debe abonar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP), gestionado por las comunidades autónomas. Cada una de ellas determina el porcentaje que se aplica sobre el valor de referencia del Catastro, salvo que el precio de compra sea superior, en cuyo caso el impuesto recaerá sobre este último.
En la práctica, comprar un piso en una ciudad española supone pagar más o menos impuestos, tanto por los diferentes tipos de ITP (que oscilan entre el 4% y el 10%) como por la diferencia de precios de los inmuebles en España. Así, en el caso de una vivienda de dos habitaciones, tendrá que pagar entre 6.000 y 32.000 euros de impuestos, dependiendo de la ciudad. Así se desprende de un análisis realizado por el Consejo General de Economistas, que ha calculado el ITP que se paga en cada capital de provincia en función del precio medio previsto por el portal Idealista para el piso medio de dos dormitorios.
El mayor pago de impuestos se tiene lugar en Palma, donde por un piso de dos dormitorios valorado en 398.885 euros habrá que abonar hasta 31.911 euros con un tipo de ITP del 8%. Le siguen Barcelona (29.761), Madrid (21.765), Valencia (21.443), Girona (21.043) y Alicante (20.484). Todas tienen un gravamen del 10%, excepto la capital española, donde es del 6%. San Sebastián tiene el precio medio más alto para vivienda de dos dormitorios (411.505 euros), pero también tiene impuestos más bajos: en concreto, el tipo del ITP es del 4% y habrá que pagar 16.460 euros.
Por otra parte, la ciudad donde menos impuesto hay que pagar es Jaén (6.072 euros), donde la oferta de pisos es más barata (86.740 euros) con un tipo de ITP del 7%. Así, al comprar una vivienda aquí se pagan cinco veces menos impuestos que en Palma, lo que demuestra las diferencias fiscales que existen en España. Además de Jaén, también destacan Huelva (6.395), Zamora (7.327), Vitoria (7.828) y Palencia (7.854).
Estos cálculos se hacen en términos generales y sólo tienen en cuenta el valor de la vivienda, mientras que hay comunidades autónomas que establecen tipos reducidos si se cumplen determinadas circunstancias, por ejemplo, si el comprador es joven o pertenece a una familia numerosa, etc. Además, algunas regiones tienen tipos con varios tramos; en concreto, en Baleares oscilan entre el 8% y el 13% para las viviendas de más de dos millones de euros.
La mayoría de la gente compra una vivienda donde trabaja, lo que deja poco margen de movilidad. Sin embargo, la fiscalidad más o menos atractiva puede atraer la demanda en comunidades vecinas y de personas cuya residencia no depende del lugar de trabajo, por ejemplo, teletrabajadores o jubilados. Estos colectivos pueden decidir dónde residir permanentemente en función del coste de la vivienda, donde la variable impositiva es otro factor a tener en cuenta.
En el contexto actual, en el que los precios en muchas regiones de España han alcanzado niveles récord, los impuestos también se han convertido en un tema de debate para mejorar la accesibilidad a la vivienda. Así, el Banco de España ha abogado por una reducción del ITP (en el caso de la vivienda de segunda mano) y del IVA (en la obra nueva). Para compensar estas pérdidas se propone aumentar impuestos como el IBI, que gravan la tenencia de propiedades.