Según una encuesta elaborada por la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI), un 10,2% de los compradores de vivienda en España realizan operaciones de compraventa con fines de inversión. El número de estos inversores ha aumentado significativamente en comparación con 2021, y el incremento ha sido especialmente notable entre los extranjeros que representan el 68,5%.
El 77,3% de los compradores están dispuestos a destinar el piso o la casa a la vivienda habitual frente un 12,5% que destinan su uso como segunda residencia. Las familias con hijos representan el 41,7% de las operaciones, seguidos de las parejas sin hijos (36,6%) y de los solteros (18,7%).
Entre los compradores de su primera vivienda, el 63,6% ya era propietario y han hecho una nueva compra para mudarse, mientras que el 16,8% pasaron de inquilinos a propietarios de esta forma. El 41,8% recurrió a la combinación de sus ahorros personales y la hipoteca, un 25,2% optó solo por la hipoteca bancaria, un 16,8% financió la compra directamente con los ahorros personales y un 5,2% apostó por los ahorros personales, la hipoteca y préstamos familiares.
La media del precio de la vivienda se situó en los 168.522 euros y el tiempo medio para completar todo el proceso alcanzó los tres meses. El 37,4% de los compradores limitó a un presupuesto de entre 100.000 y 150.000 euros, un 19,8% compró una vivienda de entre 150.000 y 200.000 euros y el 18,8% se decantó por viviendas de entre 200.000 y 300.000 euros.
El 48,1% de los compradores de viviendas en España tiene entre 40 y 50 años, seguido del grupo de edad entre 30 a 40 años (40,9%). Los españoles realizaron el 65,9% de las operaciones, pero en el caso de las segundas residencias, los extranjeros son el perfil principal; representan más del 80% de las compras.
