Durante el último año en España se ha confirmado la tendencia a la disminución de la proporción de viviendas compradas con algún crédito hipotecario. Según un estudio realizado por la empresa UVE Valoraciones, a partir de datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), hasta agosto de 2023, era del 67%, mientras que en 2022 era del 72,1%.
Según la sociedad de tasación, el número de viviendas compradas sin hipoteca ha aumentado al mismo ritmo que los tipos hipotecarios en los últimos tres años. En los últimos 12 meses, se compraron de esta forma 204.859 viviendas, un récord nacional desde agosto de 2018.
El mayor porcentaje de compras sin financiación bancaria se observa en las regiones turísticas, entre las que destacan las provincias de Alicante, Málaga, Valencia y Barcelona. Alicante se sitúa a la cabeza con un 64,8%, seguida de Ávila (62,2%), Zamora (55,6%) y Castellón (52,5%). Las compras con hipoteca son más frecuentes (más del 90% del total de las transacciones) en la Comunidad de Madrid y las tres provincias de País Vasco.
En términos absolutos, el primer puesto también está ocupado por Alicante, donde se cerraron 33.477 operaciones de compraventa en las que solo se utilizaron fondos propios de los compradores. Le siguen Málaga (16.144), Valencia (13.859) y Barcelona (10.418).
Las conclusiones del informe muestran que el mercado inmobiliario residencial sigue sufriendo los efectos de la pandemia de Covid-19. La subida de los tipos de interés ha reducido el poder adquisitivo de quienes compran para uso propio y a menudo recurren al crédito hipotecario, mientras que el aumento de la inflación ha afectado a los precios de las viviendas y, sobre todo, los alquileres.
En las regiones donde la proporción de compras financiadas es alta (Madrid, Barcelona, País Vasco y Sevilla), la probabilidad de que se produzcan bajadas del precio de compra es mayor. Sin embargo, aquí se observa un aumento muy ligero en el número de transacciones en comparación con 2019. En cuanto a los destinos turísticos con alta proporción de compras sin hipoteca, es probable que los precios sigan subiendo con la disminución del poder adquisitivo.
