La isla de Tabarca en España, también conocida como Nueva Tabarca, es un pequeño paraíso mediterráneo, ubicado a 22 km de Alicante. Sus cristalinas aguas, donde viven muchos animales marinos; sus pintorescas calas, sus famosos y deliciosos restaurantes, con una deliciosa comida y su increíble historia, invitan a todos a pasar aquí un día maravilloso.
Esta es la isla habitada más pequeña de España: según el censo de 2013, solo 59 personas viven aquí permanentemente. Además, su superficie es de solo 30 hectáreas.
Actualmente, la gente viene a Tabarca, principalmente, para pasar un día maravilloso en la playa, disfrutando del sol y el mar cristalino. Sin embargo, esto no es todo lo que se puede hacer en esta hermosa isla. A continuación, le presentamos 8 cosas que debe hacer si visita Tabarca.
Buceo en Tabarca
Sin lugar a duda, ¡esto es lo primero que se debe hacer en Tabarca! En 1986, el fondo marino alrededor de la isla fue reconocido como la primera reserva marina de España − Reserva marina de la Isla de Tabarca. En el fondo del mar, cerca de Tabarca, encontrará infinitas praderas submarinas de posidonia oceánica, las cuales sirven de hogar para numerosas especies. Aquí encontrar animales marinos como el mero, el serránido, la dorada, el pargo, la salema, la langosta, el erizo de mar, la estrella de mar e incluso la tortuga boba (tortuga caguama, cayume, o cabezona).
Comer en Tabarca
Tabarca es considerada como uno de los mejores lugares de la Costa Blanca para el turismo gastronómico. Incluso los residentes de Alicante, a menudo vienen aquí, especialmente para probar los famosos platos locales de arroz y mariscos. Asegúrese de probar el plato estrella de la cocina local: el caldero tabarquino. Se recomienda probar este delicioso plato en uno de los restaurantes que tenga unas magníficas vistas al mar. Este plato se sirve en dos tandas: primero, le traen el pescado con patatas y salsa alioli, y luego, el arroz, en el que debe agregar gradualmente la salsa restante.
Pasear por las murallas y las calles de Tabarca
Tabarca fue reconocida como Conjunto Histórico-Artístico en 1964. De hecho, un simple paseo por sus calles es un verdadero placer. El color blanco y el azul predominan en la parte histórica de la isla; y las coloridas pinturas murales, las guirnaldas y otras decoraciones le dan un encanto especial.
Disfrute de las incomparables vistas panorámicas del mar, desde las murallas de Tabarca. El muro fue construido en 1769, por orden de Carlos III, para proteger la isla de los piratas. Anteriormente, había un castillo, pero en el siglo XIX, se construyó una iglesia parroquial en su lugar.
En las murallas encontrará tres puertas barrocas. La Puerta de Levante (de San Rafael), se encuentra en el lado este. Esta puerta sirvió como la entrada al pueblo. La Puerta de la Trancada (de San Gabriel), se encuentra en la parte occidental. Esta condujo a la cantera, donde se extrajeron piedras para la construcción del pueblo. Y, por último, la Puerta de Tierra (de Alicante o de San Miguel), la cual conduce a una pequeña cala.
¿Qué más ver en Tabarca?
- La Casa del Gobernador: se trata de una casa grande y sólida, que sirvió como residencia del gobernante de la isla y se encuentra cerca de la plaza principal. Hoy en día, este edificio sirve como el hotel principal de la isla.
- Torre de Sant Josep, que sirvió como cárcel en el siglo XIX.
- Faro de Tabarca, el cual se encendió por primera vez en el año 1854, y hoy sirve como laboratorio biológico de la reserva marina.
- Iglesia de San Pedro y San Pablo, consagrada en el año 1770.
Conozca la historia de Tabarca
La historia de esta isla es muy interesante e inusual. Antiguamente, la pequeña extensión de tierra, ahora conocida como Nueva Tabarca, era conocido por muchas civilizaciones. Hubo un tiempo en que estuvo en posesión de los griegos, romanos y moros, los cuales le dieron diferentes nombres: Planesia, Planaria, Palnatsa, Plumbaria e Illa Plana – «isla plana».
Hasta la década de 1760, la isla y las aguas que la rodeaban eran inexpugnables: estaban protegidas, con gran celo, por piratas y contrabandistas bereberes. Tabarca era en realidad su puesto avanzado, desde donde atacaban a las ciudades costeras de España. Según la leyenda, muchos barcos repletos de tesoros se hundieron en las aguas de Tabarca.
Finalmente, la monarquía española logró conquistar la isla y, en 1768, España permitió que aquí se establecieran 69 familias genovesas, fugadas de la isla tunecina de Tabarka (ocupada por los turcos otomanos). Estas familias llamaron a su nuevo hogar, Nueva Tabarca, y aún muchos de los habitantes indígenas de la isla, tienen apellidos de origen italiano e ítalo-hispano.
Paseando por Tabarca, preste especial atención a los numerosos paneles informativos que cuentan la historia de la isla. Además, las puertas del museo local están abiertas para los más curiosos.
Conozca el dialecto “tabarchino”
Este es un dialecto de la lengua ligur, muy extendido en Cerdeña. Aunque en realidad, nadie habla este idioma en Nueva Tabarca (solo permanecen los apellidos), es posible aprender algunas palabras. Por ejemplo: àncua − el ancla, borca – el barco. Es interesante el hecho de que en Tabarca se hable frecuentemente el valenciano, pues este fue el idioma que reemplazó el nativo dialecto genovés de los primeros habitantes de la isla.
Navegar en un barco pesquero
Si está de suerte, podrá realizar un breve recorrido en un barco pesquero alrededor de la isla Tabarca. Prácticamente todos los isleños tienen sus propios barcos para poder viajar a la península.
Bajar a la Cueva del Llop Marí
Esta pequeña cueva es un lugar muy interesante sobre el cual existe una leyenda. Cuentan que la cueva sirvió de hogar para un monstruo marino. El monstruo tenía el cuerpo liso y la boca llena de dientes, de diferentes tamaños y formas, y cazaba a los isleños por la noche. Además, su aullido desgarrador se podía escuchar incluso en la península.
No se sabe con seguridad si el aterrador monstruo vivió aquí verdaderamente, pero se sabe con certeza que, en Tabarca, hasta el siglo XIX, vivió una colonia de focas monje del Mediterráneo. Actualmente, esta especie está en grave peligro de extinción: en todo el planeta solo hay unos pocos ejemplares.
Pasar la noche en Tabarca
Esta es una actividad imprescindible, aunque solo sea para disfrutar del atardecer. Además, para aquellos a quienes les gusta madrugar, también es ideal el amanecer. Asimismo, la oferta de hoteles en Tabarca es bastante amplia, por lo que podrá fácilmente encontrar dónde pasar la noche.
Tabarca es un destino turístico muy popular. Sin embargo, al atardecer, con la salida de los últimos barcos, se vuelve un lugar completamente diferente, convirtiéndose en un rincón tranquilo y sereno, creado para disfrutar de la unión con la naturaleza y admirar la belleza de esta.
Tabarca: cómo llegar
Se puede acceder a Tabarca mediante los barcos que salen varias veces al día desde Benidorm, Calpe, Villajoyosa, Alicante y Santa Pola.
Sin embargo, la última opción es la más económica, rápida y conveniente. Los barcos desde Santa Pola van y vienen cada media hora. El primero sale a las 10.00 h y el último desde Tabarca a las 19.45 h.
Los horarios de los barcos con destino Santa Pola – Tabarca, se pueden encontrar aquí. Los tiquetes de ida y vuelta se pueden comprar a partir de 10 €. Los niños menores de 4 años viajan gratis. La duración aproximada del viaje es de 20-30 minutos.
Consejos para visitar Tabarca
- Si va a Tabarca en verano, en plena temporada alta, reserve con anticipación una mesa en su restaurante favorito.
- ¡Lleve su propia máscara y tubo para hacer snorkel! Incluso si no le gusta mucho esta actividad, le aseguramos que probablemente querrá probarla en Tabarca. Sin embargo, si no lleva consigo el equipo necesario para hacer snorkel, no pasa nada: en las tiendas locales venden máscaras y tubos para todos los gustos, aunque a un precio bastante alto.
- No se olvide de las cangrejeras: el fondo del mar en Tabarca es rocoso y está lleno de erizos de mar.
- Si usted o sus hijos sufren de mareos, lo más recomendable es tomar medidas con anticipación, para así no pasarlo mal en el barco.
