El año pasado, la provincia de Alicante registró el mayor crecimiento del precio de la vivienda usada de todo el país. Esto se debió principalmente a la falta de opciones de alquiler a precio asequible, al aumento de la población, a la escasez de oferta de vivienda de obra nueva y a la alta demanda por parte de extranjeros.

Según los últimos datos del servicio de estudios del portal Fotocasa, entre diciembre de 2023 y el mismo mes de 2024, el precio del metro cuadrado en la provincia de Alicante subió un 21,3%, frente al 8,4% registrado a nivel nacional. Ahora su precio medio es de 2.456 euros.

Esto significa que el precio de un piso medio de 80 metros cuadrados se acerca ya a los 200.000 euros y el de 100 metros cuadrados supera los 245.000 euros. Se trata de cantidades récord -sobre todo teniendo en cuenta que estamos hablando de viviendas de segunda mano- que superan en un 9,8% lo que se pagaba en plena burbuja del mercado inmobiliario español.

Además, la oferta supera de media los 4.000 euros por metro cuadrado ya en tres municipios: en Calpe (4.190), Alfás del Pi (4.043) y Benijófar (4.027). En otros ocho la cifra supera los 3.000 euros: en Moraira (3.500), Benidorm (3.458), Denia (3.363), Jávea (3.290), Finestrat (3.234), Villajoyosa (3.178), Altea (3.090) y El Campello (3.024).

Los datos de Fotocasa también muestran que la subida de precios en la provincia de Alicante es casi generalizada. De las 61 ciudades analizadas en el estudio, 45 tuvieron precios superiores a la media nacional, mientras que sólo bajaron en un municipio, Ondara, donde el metro cuadrado se abarató un 2,6%. Las mayores subidas se registraron en La Nucia, donde el precio de la vivienda usada aumentó un 82,6%, hasta los 2.760 euros por metro cuadrado, y en El Verger, un 81,2%, hasta los 2.964 euros/m2.

Todos los especialistas y expertos, incluidos representantes de la propia Fotocasa, coinciden en los motivos que han llevado a esta situación en la que cada vez un mayor porcentaje de la población tiene dificultades para adquirir una vivienda digna. El primero de ellos es la falta de oferta de obra nueva debido a la escasez de suelo disponible y al coste de construcción cada vez más elevado. Por otro lado, cabe mencionar la práctica desaparición de la construcción de VPO: apenas se construyen 100 unidades al año en la provincia.

La población de la provincia de Alicante no ha dejado de crecer, y el año pasado ha superado la barrera de los dos millones de habitantes. Esto significa que últimamente hay muchos más hogares que viviendas. Como señalan desde Fotocasa, los hogares unipersonales son cada vez más habituales, lo que implica una mayor necesidad de viviendas.

A todo esto se suma la presión de la demanda extranjera, especialmente de segundas residencias, que suponen casi la mitad de todas las transacciones en la región. Esta elevada demanda internacional también significa que los inversores perciben el mercado alicantino como un destino seguro y rentable, lo que contribuye a la subida de precios.

Sin embargo, el mayor problema es la falta de viviendas de alquiler a precio accesible, que suponen una alternativa natural para quienes buscan aquí su primera vivienda. Por cualquier piso de alquiler se piden ya 750 euros, mientras que la cuota hipotecaria de una vivienda similar es de 600 euros. Al mismo tiempo, lo que aparece en el mercado se vende rápido y a un precio elevado. Una de las consecuencias de todo lo anterior es que los compradores cada vez están dispuestos a alejarse más del centro de las grandes ciudades para encontrar algo que se ajuste a su presupuesto.

En cuanto a la obra nueva, según la Sociedad de Tasación, los precios de la vivienda nueva han subido un 4,3% en el último año e incluso se acelerarán ligeramente a principios de este año, en torno al 5,7% interanual.

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