Avilés está situada en la franja costera central de Asturias, al oeste de cabo de Peñas. Antes era una antigua villa marinera y campesina, ahora es una ciudad moderna y centro siderúrgico de primer orden, fruto del crecimiento demográfico y del despegue industrial.
Avilés es la tercera ciudad en importancia del Principado de Asturias. Su casco antiguo ha sido declarado Conjunto Histórico-Artístico-Monumental, ya que cuenta con importantes joyas de la arquitectura civil y religiosa.

A continuación, te detallamos todo lo que necesitas saber si quieres viajar a Asturias:

Clima de Avilés

El clima de Avilés es oceánico templado, con inviernos templados y lluviosos, y veranos frescos y relativamente lluviosos. La ciudad está ubicada en la costa de Asturias, en el norte de España, donde el clima es más fresco y húmedo que en el resto del país. La temperatura media de los meses más fríos (enero y febrero) es de 9,7°C, la del mes más cálido (agosto) es de 20°C.

Cómo llegar a Avilés

Para llegar a Avilés, además de en coche, al ser una de las tres ciudades asturianas podrá hacerse en transporte público sin ningún tipo de problema. Al ser una de las principales ciudades de Asturias se encuentra muy bien comunicada, por lo que ir en transporte público no es algo utópico.

Si quieres llegar a Avilés en transporte público, la mejor opción es mediante autobús. Otra opción es ir en tren: desde Oviedo hay línea directa, aunque desde Gijón hay que hacer trasbordo. Aunque tiene menos horarios y destinos, puede ser una opción a tener en cuenta en función del punto de partida.

Tanto la Estación de Autobuses como la Estación de Trenes de Avilés se encuentran al norte del Barrio de Sabugo, por lo que estarás a escasos metros del centro.

Qué ver y visitar en Avilés

Cuando hablamos de Avilés hablamos de coquetas calles empedradas, fachadas llenas de color, clásicos pórticos medievales, historia viva y perfectamente conservada, y cultura y arte. Por eso, vamos a recomendarte los sitios destacados a los que debes ir si vas a Avilés de viaje, entre muchos otros.

Centro Niemeyer

El Centro Niemeyer, ubicado fuera del casco histórico de Avilés, puede ser un buen destino por el que comenzar tu visita a esta genial ciudad.

Esta disruptiva obra arquitectónica, elaborada por Oscar Niemeyer, consta de cuatro edificios diferenciados pero entendidos conjuntamente como una oda a la naturaleza:

  • La cúpula, que hace referencia a una montaña, tan típica en Asturias.
  • La pasarela, haciendo las veces de río que nace en la montaña.
  • El auditorio, con forma de ola, que representa al mar donde desemboca el río.
  • La torre mirador, simbolizando un árbol que preside el conjunto.

Utilizado como centro de exposiciones, eventos y demás actos artísticos, el Centro Niemeyer es considerado el corazón cultural de Avilés y uno de los símbolos más característicos de la ciudad.

Dispone de un parking gratuito y asfaltado en el cual poder aparcar. Sin embargo, también existe un colorido puente, el famoso Puente de San Sebastián de Avilés, que cruza la ría y te llevará directamente a él si acudes andando desde la zona del casco histórico. Por lo que es interesante acercarse a este puente para vislumbrar su forma llena de color.

Teatro Palacio Valdés y la Calle Rivero

El Teatro Palacio Valdés es uno de los teatros con mejor acústica de España. La fachada de este edificio, de un gusto arquitectónico exquisito, refleja a la perfección las maravillosas obras representadas en su interior.

Por lo que, el Teatro Palacio Valdés es otra de las arterias principales de Avilés en lo que a cultura se refiere.

Por si fuera poco, la calle paralela a la del Teatro Palacio Valdés, llamada Calle Rivero, es una de esas calles que te trasladará a otra época. Sus anaranjados adoquines, combinados con sus tradicionales casas con balcones de madera, te empiezan a avisar de lo que vas a seguir viendo en Avilés.

Calle Galiana de Avilés y la Plaza del Carbayedo

Una vez te encuentres en el Conservatorio de Avilés (declarado Bien de Interés Cultural) y en la Plaza de Domingo Álvarez Acebal, estarás a unos instantes de vislumbrar la calle más famosa y, posiblemente, espectacular, de todo Avilés: la Calle Galiana. Esta calle sirve como punto de encuentro para los locales.

Sus coloridas casas que parecen dar un brillo especial a la ciudad, sus balcones de madera directamente sacados de otra época y sus acogedores pórticos sostenidos por pilares de piedra harán que no creas que una calle así pueda existir en la actualidad.

Por si fuera poco, a mitad de la calle encontrarás la Casa de Arias de la Noceda, una espectacular casa de indianos (emigrantes a Sudamérica que volvieron con grandes fortunas y plasmaron la arquitectura extranjera en sus palacios) con sus típicas palmeras en la que, hoy en día, reside la Sede de Servicios Sociales y Medioambientales del Ayuntamiento de Avilés.

Cuando llegues al final de la magnífica Calle Galiana, encontrarás otra sorpresa: la Plaza del Carbayedo, que debe su nombre a que, en la antigüedad, esta zona estaba repleta de carbayos (nobles, en asturiano). Esta zona es de gran ambiente y actividad social, si por algo llama la atención esta plaza es por el gran hórreo que se encuentra en su centro.

El Parque de Ferrera

Es el parque más bonito y de mayor extensión de Avilés y está situado justo enfrente de la Calle Galiana. El Parque de Ferrera, que antiguamente perteneció a los Marqueses de Ferrera y era la zona de descanso del Palacio de Ferrera, se compone de dos partes: el jardín inglés, con praderas más extensas, y el jardín francés, más recargado con pérgolas y fuentes.

Relajarse bajo la sombra de sus árboles, descansar sobre el césped de las extensas praderas y pasear respirando la más pura tranquilidad, son una de las actividades que los locales realizan de forma asidua y que no te puedes perder en tu viaje a Avilés.

El Mercado de Avilés y la Iglesia de Santo Tomás de Canterbury (o Iglesia Nueva de Sabugo)

A partir de aquí comenzarás a adentrarte en el famoso Barrio de Sabugo de Avilés, el cual, actualmente se encuentra unido al casco histórico, pero en su día fue el barrio de marineros de la ciudad.

El Mercado de Avilés, situado en la Plaza del Mercado o de los Hermanos Orbón es, precisamente, el que sirvió de unión entre casco histórico y el Barrio de Sabugo.

De arquitectura simétrica, desde hace más de 500 años, todos los lunes por la mañana se celebra el típico mercadillo en este lugar, lo que lo dota de un gran ambiente. Si sales del Mercado de Avilés y miras hacia arriba, en lo alto, podrás vislumbrar un enorme edificio que vigila atento la actividad mercantil de los lugareños. Esta impresionante obra arquitectónica es la Iglesia de Santo Tomás de Canterbury (o Iglesia Nueva de Sabugo).

Esta iglesia fue creada como solución a la gran cantidad de fieles que, literalmente, no cabían en la Iglesia Vieja de Sabugo. Su sensacional fachada y el tamaño de su construcción la convierte en un destino indispensable que ver en Avilés.

Calle Bances Cándamo, Calle La Estación y La Monstrua

En pleno Barrio de Sabugo de Avilés encontramos dos de sus calles más características: la Calle Bances Cándamo y la Calle La Estación (en las que vuelven a destacar los soportales) y te harán trasladarte a otra época de la historia.

A escasa distancia de la Calle Bances Cándamo, no se puede obviar la famosa estatua de Eugenia Martínez Vallejo, conocida como “La Monstrua” debido a sus exageradas proporciones. Es el monumento más fotografiado de Avilés y para entender la cultura debes saber la desconocida historia de la niña a la que hace referencia.

Eugenia Martinez Vallejo nació con malformaciones y, con tan solo 1 año, llegó a pesar 25 kilos. Este hecho fue el que la condenó e hizo que fuera llevada a palacio para que, como era costumbre en la época, fuera usada como bufón, siendo apodada “La Monstrua”.

Cementerio de la Carriona

Por último, ya a las afueras de la ciudad, aparece en escena el Cementerio de la Carriona, destino obligatorio que ver en Avilés. Pese a lo lúgubre que, de primeras, podría parecer su visita, este cementerio (que puede considerarse un museo) es toda una ostentación al arte.

Sus numerosas estatuas de impresionante tallaje, su innegable realismo y su disposición que, más que un cementerio, parece una ciudad diseñada para el perfecto descanso de lo que partieron, convierten al mismo en toda una experiencia visual.

Fiestas en Avilés

A lo largo de todo el año tienen lugar numerosas actividades festivas, entre las que destacan:

  • En Febrero, el carnaval (o Antroxu), declarado de Interés Turístico Regional y que está considerado como el mejor carnaval del norte de España. Tiene dos días destacados, el martes, con un espléndido desfile, y el sábado anterior, con la celebración del Descenso Internacional Fluvial de Galiana.
  • La Semana Santa es la más importante procesionalmente.
  • El Bollo, fiesta declarada de Interés Turístico Nacional, tiene lugar el domingo de Pascua y destaca su vistoso desfile de carrozas y, sobre todo, el lunes, con la multitudinaria comida en la calle en la que participan más de doce mil personas.
  • San Agustín, fiesta veraniega de la ciudad, se celebra masivamente y de hecho la convierte en la capital festiva de Asturias en la segunda quincena de agosto.
  • Conviene no perderse las populares danzas primas, muy tradicionales y participativas, que se celebran los días de San Juan, San Pedro, la Virgen del Carmen, Santa Ana y San Agustín.

Además, durante todo el verano se mantienen continuas actividades festivas en la calle.

Gastronomía en Avilés

Avilés tiene gran variedad de restaurantes, donde destacan los excelentes guisos con todo tipo de pescados y mariscos (el puerto pesquero de la ciudad es el primero de Asturias y uno de los más importantes de España en volumen de capturas). La merluza a la avilesina es la más significativa contribución local a la excelente gastronomía marinera regional.

Pero no podemos olvidar que aquí también se pueden degustar platos de la cocina regional: el pote asturiano y, sobre todo, la fabada.
Por otro lado, los dulces típicos de Avilés son el bollo de Pascua y las marañuelas locales.

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